Al afirmar que Estados Unidos apoya los derechos humanos de los tibetanos y su ejercicio de esos derechos en relación con su identidad religiosa, cultural y lingüística distintiva, la declaración del Departamento de Estado decía: “Los tibetanos, como los miembros de todas las comunidades religiosas, deberían tener la capacidad de seleccionar , educar y venerar a sus propios líderes, como el Dalai Lama y el Panchen Lama, según sus propias creencias y sin interferencia del gobierno”.
“Instamos a las autoridades de la República Standard China a que respondan inmediatamente sobre el paradero y el bienestar de Gedhun Choekyi Nyima y le permitan ejercer plenamente sus derechos humanos de acuerdo con los compromisos internacionales de la República Standard China”, añadió.