Franklin Assets (NYSE:), un actor destacado en la industria de gestión de activos, ha enfrentado desafíos importantes en los últimos años a pesar de su gran atractivo en términos de valor. Conocida por su marca insignia, Franklin Templeton, la empresa ha tenido dificultades para aprovechar su tamaño y sus adquisiciones de manera efectiva en un mercado competitivo que favorece cada vez más las estrategias dominadas por los ETF.
En 2019, la adquisición de Legg Mason (NYSE:) por parte de Franklin por 5.700 millones de dólares fue una medida estratégica destinada a ampliar su presencia y diversificarse en ETF. Esta operación duplicó sus activos bajo gestión (AUM) de 700.000 millones de dólares a 1,5 billones de dólares. En ese momento, este crecimiento parecía prometedor, ya que la entidad combinada estaba generando ingresos sustanciales. Sin embargo, la sinergia prevista se vio atenuada por problemas persistentes con ratios de gastos más altos y continuas salidas de activos.
Una base sólida, pero el precio de las acciones cuenta una historia diferente
A pesar de un steadiness sólido y una valoración aparentemente atractiva (que se cotiza en torno a ten veces las ganancias), el precio de las acciones ha tenido dificultades. Desde un máximo de 35 dólares en 2019, las acciones cayeron a alrededor de 15 dólares al inicio de la pandemia, se recuperaron a 35 dólares en 2021 y desde entonces han vuelto a caer a alrededor de 21 dólares.
Esta volatilidad subraya el escepticismo precise de los inversores sobre la capacidad de Franklin para estabilizar su base de activos y mejorar la rentabilidad. Los esfuerzos de la empresa por abordar estos problemas mediante adquisiciones adicionales más pequeñas, como el acuerdo de 925 millones de dólares por Putnam, aún no han resuelto los desafíos principales. Aunque estas medidas han contribuido a un repunte temporal de los activos bajo gestión, Franklin todavía lidia con altas salidas de activos, que totalizaron 21.000 millones de dólares en 2022 y siguieron siendo una preocupación en 2023.
Los resultados financieros recientes reflejan estas dificultades en curso. Los ingresos cayeron a 7.800 millones de dólares en el último ejercicio fiscal, con una caída correspondiente en las ganancias operativas. A pesar de una recuperación de los activos bajo gestión hasta 1,63 billones de dólares a mediados de 2024, las salidas han persistido, aunque a un ritmo reducido. La empresa ha experimentado cierta mejora, con un aumento de los ingresos en lo que va de año del 7% y un aumento modesto de las ganancias ajustadas.
¿Oportunidad de valor?
La valoración precise de Franklin, con acciones que cotizan a un múltiplo bajo de 8 a 9 veces las ganancias, presenta una oportunidad potencial de valor. El rendimiento de dividendos de la empresa de casi el 6% también es atractivo para los inversores que buscan ingresos. Sin embargo, el problema persistente de las salidas de activos y la erosión del valor contable, en parte debido al alto fondo de comercio, plantea inquietudes sobre la sostenibilidad de esta propuesta de valor.
En resumen, si bien Franklin Assets ofrece un gran valor y un dividendo atractivo, sus desafíos actuales y las incertidumbres del mercado hacen que sea una inversión compleja. Los inversores pueden considerar adoptar una estrategia cautelosa, posiblemente tomando una pequeña posición, pero deben tener cuidado con los problemas más amplios que afectan las perspectivas a largo plazo de la empresa.