Un nuevo informe publicado el lunes (9 de septiembre), encabezado por el ex presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi, pinta un panorama sombrío de la disminución de la competitividad de la Unión Europea y pide medidas urgentes para cerrar la creciente brecha de innovación con sus rivales mundiales.
El estudio, titulado “El futuro de la competitividad europea”, advierte que la UE se está quedando atrás de Estados Unidos y China en áreas clave de innovación tecnológica y crecimiento de la productividad. Sostiene que sin un aumento drástico de la inversión y de las reformas políticas, Europa corre el riesgo de poner en peligro su modelo económico y su posición geopolítica.
“Este es un desafío existencial”, escribió Draghi en el prólogo del informe. “Si Europa ya no puede proporcionar [prosperity, equity, freedom, peace and democracy in a sustainable environment] para su gente —o tiene que intercambiar uno por el otro— habrá perdido su razón de ser”.
El informe se hace eco de una llamada de atención lanzada a principios de este año en PYMNTS por David Evans, destacado economista y presidente de Market Platform Dynamics.
En su artículo “Por qué Europa debe poner fin a su invierno digital de 30 años para garantizar su futuro a largo plazo”, Evans describió la brecha de innovación en el ámbito digital que existe en la UE en comparación con Estados Unidos y China, a pesar de su fortaleza económica y ventajas tecnológicas. Evans escribió que esta brecha es sintomática de desafíos económicos más amplios, incluidas las diferencias persistentes en el PIB per cápita y la productividad entre Europa y Estados Unidos. Argumentó que esta falta de innovación en el ámbito digital plantea una amenaza significativa para las industrias europeas, ya que corren el riesgo de quedarse aún más rezagadas en una period en la que la mayoría de los sectores estarán impulsados por tecnologías digitales y otras tecnologías de vanguardia.
Debilidad en la IA
El informe de Draghi identificó la falta de productividad como un problema central, señalando que la productividad laboral de la UE ha caído del 95% del nivel de Estados Unidos en 1995 a menos del 80% en la actualidad. Esta caída se atribuye en gran medida a la incapacidad de Europa para aprovechar la revolución digital.
La debilidad de la UE en tecnologías de vanguardia como la inteligencia synthetic (IA) fue un tema clave en el informe de Draghi. El informe concluyó que el 70% de los modelos de IA fundamentales desarrollados desde 2017 se originaron en Estados Unidos, mientras que solo tres “hiperescaladores” estadounidenses controlan más del 65% de los mercados de la nube tanto world como europeo.
Para subsanar estas deficiencias, el informe pide un aumento masivo del gasto en investigación e innovación y recomienda duplicar el próximo Programa Marco de I+i de la UE hasta 200.000 millones de euros (220 millones de dólares) en siete años, centrándose más en la innovación disruptiva.
El estudio también destacó una “fuga de cerebros” de talentos y empresas tecnológicas europeas a Estados Unidos. Entre 2008 y 2021, casi el 30% de los “unicornios” fundados en la UE (empresas emergentes valoradas en más de mil millones de dólares) se trasladaron al extranjero, principalmente a Estados Unidos.
El informe propone crear un nuevo estatuto jurídico a escala de la UE para las empresas emergentes innovadoras con el fin de frenar esta tendencia y fomentar un ecosistema de innovación más dinámico. Esto proporcionaría una identidad digital única válida en todo el bloque y acceso a una legislación armonizada sobre cuestiones clave.
El informe destaca que la UE se enfrenta a una ventana de oportunidad crítica con el auge de la IA y otras tecnologías emergentes.
“Europa todavía tiene la oportunidad de cambiar de rumbo”, afirmó. “Ahora que el mundo está al borde de otra revolución digital, desencadenada por la difusión de la inteligencia synthetic (IA), se ha abierto una ventana para que Europa corrija sus deficiencias en materia de innovación y productividad”.
Sin embargo, para aprovechar esta oportunidad será necesario superar obstáculos importantes. El estudio cita los mercados fragmentados, las regulaciones complejas y el capital de riesgo insuficiente como las principales barreras a la innovación en Europa.
Afrontando los desafíos
Para hacer frente a estos desafíos, el informe instó a completar la Unión de los Mercados de Capitales de la UE y a adoptar medidas para canalizar más ahorros de los hogares hacia inversiones productivas. También recomendó reformas para facilitar a las empresas innovadoras su expansión dentro del mercado europeo. El estudio defendió la emisión de deuda común de la UE para financiar inversiones estratégicas, basándose en el modelo del fondo de recuperación NextGenerationEU. Sin embargo, destacó que esa medida tendría que ir acompañada de normas fiscales más estrictas para garantizar la sostenibilidad de la deuda.
El informe también pide reformas de gobernanza para acelerar la toma de decisiones en la UE y reducir las cargas regulatorias sobre las empresas. Propone un nuevo “Marco de Coordinación de la Competitividad” para alinear mejor las políticas en todo el bloque, argumentando que estas medidas son esenciales para preservar el modelo económico y social europeo frente a la intensificación de la competencia world y la inestabilidad geopolítica.
Evans sostuvo que las explicaciones comunes para las deficiencias digitales de Europa, como la fragmentación del mercado o la falta de capital de riesgo, son insuficientes para explicar la profundidad y duración de este déficit de innovación. En cambio, sugirió que los desafíos de Europa se derivan de una combinación de factores, incluido un énfasis excesivo en la regulación en lugar de la innovación, una cultura de aversión al riesgo y una falta de centros tecnológicos exitosos. Para revertir esta tendencia, sostuvo que Europa debe adoptar una mayor dependencia de las fuerzas del mercado, fomentar una cultura de toma de riesgos más fuerte y reducir su apetito regulatorio.
Enfatizó, como lo hizo Draghi en el informe, la necesidad de tomar medidas drásticas, pero sugirió alejarse de las iniciativas lideradas por el gobierno y la fuerte regulación para crear un entorno que fomente el espíritu emprendedor y atraiga capital de riesgo. Estos cambios, dijo, podrían conducir a la formación de centros tecnológicos exitosos y a un ciclo de retroalimentación positiva de la innovación.