Investing.com – La desregulación sustenta la agenda del segundo mandato del presidente electo Trump en Estados Unidos y ha impulsado los mercados de valores estadounidenses desde las elecciones.
Según los estrategas de Jefferies, esto ha aumentado la presión sobre la Comisión Europea (CE) para mejorar la competitividad de la región mejorando la viabilidad de la gobernanza basada en reglas de Europa.
Una de las preguntas que surgen de esto es si DOGE –refiriéndose a la desregulación de la gobernanza y los marcos económicos– podría llegar a Europa.
Si bien la “desregulación” ha sido la piedra angular del cambio de política estadounidense, la UE está siguiendo un camino diferente. Como cube la nota de Jefferies, “Desregulación no es un término que favorezcan los responsables políticos de la UE”. En cambio, Bruselas está aplicando lo que llaman “simplificación”, destinada a reducir la complejidad legislativa en lugar de desmantelar las regulaciones por completo.
“Los inversores deberían seguir de cerca los esfuerzos de la UE por racionalizar, no por desregular”, dijeron en la nota los estrategas encabezados por Luke Sussams. “La Comisión ya ha declarado que simplificará las normas existentes para lograr un nuevo equilibrio entre medidas “verdes” y crecimiento económico a corto plazo”.
El informe Draghi sobre la competitividad europea ofrece contexto, al revelar que entre 2019 y 2024 se promulgaron aproximadamente 3.500 leyes y 2.000 resoluciones a nivel federal de Estados Unidos. Por el contrario, la UE aprobó alrededor de 13.000 leyes durante el mismo período. Esta carga legislativa añade urgencia a los esfuerzos por racionalizar la gobernanza, considerando la simplificación como un contrapeso necesario para garantizar la competitividad.
Valdis Dombrovskis ha sido nombrado Comisario de Implementación y Simplificación, lo que indica la intención de la UE de abordar este peso regulatorio. Su mandato incluye reducir los requisitos de presentación de informes de las empresas en al menos un 25 %, y las pequeñas y medianas empresas (PYME) podrían ver una reducción del 35 %.
“Los primeros 100 días de la nueva Comisión serán posiblemente los más útiles para los inversores”, señala Jefferies, señalando la importancia de la hoja de ruta inicial de cada Comisionado.
En su informe, Jefferies destaca herramientas clave para los inversores que siguen la simplificación regulatoria.
Los indicadores de Regulación del Mercado de Productos de la OCDE y la base de datos Doing Enterprise del Banco Mundial ofrecen información valiosa sobre las cargas administrativas y la facilidad para hacer negocios. Además, las Encuestas Anuales de Inversión del Banco Europeo de Inversiones destacan sistemáticamente la regulación como una barrera importante, y el 61% de las empresas la citan como un obstáculo para la inversión a largo plazo.
Según Jefferies, una preocupación clave es si la simplificación podría afectar el marco financiero sostenible de la UE. Regulaciones como la Directiva sobre informes de sostenibilidad corporativa (CSRD), la Taxonomía de la UE y el Reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR) imponen costos sustanciales a las empresas.
La nota cita costes de cumplimiento de la CSRD que van desde 150.000 euros para empresas que no cotizan en bolsa hasta más de 1 millón de euros para entidades que cotizan en bolsa. Ursula von der Leyen reconoció recientemente este desafío en una conferencia de prensa reciente, anunciando que la Comisión está examinando formas de consolidar estas regulaciones en un marco único destinado a “reducir los despidos” sin alterar sus principios fundamentales.
Si bien no son tan agresivos como la desregulación estadounidense, los esfuerzos de simplificación de la UE aún podrían afectar la competitividad. Jefferies señala que los inversores deberían estar atentos al programa de trabajo anual de 2025, que se publicará el 11 de febrero, para obtener más claridad.