La inclusión financiera es una piedra angular del desarrollo international, sin embargo, las mujeres siguen estando desproporcionadamente excluidas del sistema financiero formal. Según el Banco Mundial, más de 740 millones de mujeres en todo el mundo carecen de acceso a una cuenta bancaria, lo que dificulta su capacidad para ahorrar, pedir prestado o invertir. Esta brecha tiene implicaciones de gran alcance, no sólo para las mujeres sino para comunidades y economías enteras.
La tecnología de código abierto, como los bienes públicos digitales (BDP), es una herramienta transformadora para abordar este desafío. Al proporcionar una solución de pagos interoperable que conecta a todos los proveedores de servicios financieros, un DPG puede permitir la creación de ecosistemas financieros inclusivos, escalables y asequibles.
Rompiendo barreras con el código abierto
Las mujeres enfrentan barreras únicas para la inclusión financiera, incluido el acceso limitado a documentos de identificación, restricciones de movilidad y normas sociales que restan prioridad a su participación financiera. Las soluciones de código abierto, como DPG, que es una plataforma de pago instantáneo, están diseñadas teniendo en cuenta estas barreras.
Asequibilidad: al reducir el costo de implementar la infraestructura financiera, un DPG puede reducir las barreras de entrada para los proveedores de servicios. Esta rentabilidad es elementary para llegar a las poblaciones desatendidas, incluidas las mujeres de zonas rurales y de bajos ingresos. Interoperabilidad: el diseño del DPG garantiza que diversos proveedores de servicios financieros puedan conectarse sin problemas. Esto promueve un acceso más amplio a los servicios financieros digitales, como las billeteras móviles, que a menudo son más accesibles para las mujeres que los servicios bancarios tradicionales. Transparencia y colaboración: la naturaleza de código abierto de un DPG fomenta la colaboración entre desarrolladores, gobiernos e instituciones financieras. Esto fomenta la innovación en la creación de soluciones sensibles al género, como productos adaptados a mujeres empresarias o grupos de ahorro.
Un camino hacia el empoderamiento
Empoderar financieramente a las mujeres tiene un efecto dominó. Cuando las mujeres tienen acceso a pagos digitales y herramientas de ahorro, pueden administrar mejor las finanzas del hogar, invertir en sus negocios y contribuir a sus comunidades. Una investigación del Foro Económico Mundial muestra que cerrar la brecha de género en la inclusión financiera podría impulsar el PIB mundial en 12 billones de dólares.
Desde permitir la conectividad de última milla hasta desarrollar experiencias de usuario centradas en el género, la plataforma DPG sirve como catalizador para la innovación que cierra la brecha.
Llamado a la acción
La inclusión financiera no se trata sólo de tecnología: se trata de impacto. Los gobiernos, las instituciones financieras y las organizaciones de desarrollo deben priorizar a las mujeres en sus estrategias para ampliar el acceso financiero. Aprovechando plataformas de código abierto como las DPG, podemos construir ecosistemas financieros que sean inclusivos, equitativos y transformadores para todos.
Juntos, podemos cerrar la brecha financiera de género y desbloquear el potencial de millones de mujeres, impulsando el desarrollo sostenible y el crecimiento económico a nivel mundial.