El inversionista multimillonario y fundador de Pershing Sq. Holdings, Invoice Ackman, recientemente causó sensación en X (anteriormente Twitter) al duplicar su perspectiva alcista para Fannie Mae (OTC 🙂 y Freddie Mac (OTC 🙂). Ackman, cuya perspicacia inversora le valió comparaciones con Warren Buffett y el apodo de “Child Buffett”, cree que estas empresas patrocinadas por el gobierno (GSE) se están acercando a un momento essential que podría generar retornos masivos para los inversores.
El renovado entusiasmo de Ackman surge de su confianza en las políticas de una posible segunda administración Trump, que, según él, podría crear un entorno regulatorio favorable para poner fin a la prolongada tutela de las GSE. Con predicciones de crecimiento de tres dígitos, la tesis de Ackman ha despertado interés pero también subraya los riesgos sustanciales involucrados.
Historia de la tutela
En 2008, en medio de la disaster financiera mundial, el Tesoro de Estados Unidos puso a Fannie Mae y Freddie Mac bajo tutela debido a su exposición a riesgosas hipotecas de alto riesgo. Esta intervención proporcionó un salvavidas de 187 mil millones de dólares, pero vino con condiciones estrictas: se exigió a las GSE que transfirieran todas las ganancias al Tesoro en virtud de un “acuerdo de barrido neto”. Con el tiempo, han devuelto casi 300 mil millones de dólares, superando el rescate inicial.
Fannie Mae y Freddie Mac desempeñan papeles fundamentales en el mercado inmobiliario estadounidense. Compran hipotecas a prestamistas y las empaquetan en valores vendidos a inversores. Fannie se centra en bancos más grandes, mientras que Freddie trabaja con instituciones más pequeñas. A pesar de su recuperación financiera, ambos siguen bajo management gubernamental. El Tesoro posee warrants equivalentes al 80% de sus acciones ordinarias y acciones preferentes senior valoradas en 193.000 millones de dólares.
Impulso hacia la independencia
Durante la primera administración Trump, se dieron pasos significativos hacia la reforma de las GSE. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, puso fin al acuerdo de barrido neto, permitiendo a las entidades retener ganancias y reconstruir reservas de capital. La Agencia Federal de Financiamiento de Vivienda (FHFA) también introdujo nuevos requisitos de capital, sentando las bases para una posible salida de la tutela.
Ackman cree que una segunda administración Trump continuaría donde quedaron estas reformas. Estima que una salida exitosa podría generar 300 mil millones de dólares adicionales en ganancias para el gobierno y al mismo tiempo eliminar 8 billones de dólares en pasivos de su steadiness. Además, Ackman proyecta que las ofertas públicas iniciales (OPI) de las GSE a finales de 2026 podrían cotizar las acciones en alrededor de 31 dólares, con valoraciones que alcanzarían los 34 dólares por acción para 2028. Esto representa ganancias potenciales del 679% para Fannie Mae y del 705% para Freddie Mac como del cierre del lunes.
Los argumentos a favor y en contra de las GSE
El optimismo de Ackman depende de varios supuestos. Primero, anticipa que el Tesoro acreditará las distribuciones de ganancias pasadas hacia acciones preferentes senior, facilitando el camino hacia la privatización. En segundo lugar, espera que la FHFA establezca el requisito de capital en 2,5%, lo que, según él, es alcanzable dado el poder de generación de ingresos de las GSE y su capacidad para acumular capital rápidamente.
Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) sugirió anteriormente que umbrales de capital más altos y la resistencia política podrían complicar el proceso. Además, Ackman reconoce que recaudar los 30.000 millones de dólares necesarios mediante la emisión de acciones diluiría a los accionistas existentes, lo que podría atenuar los rendimientos.
Si bien las proyecciones de Ackman son convincentes, están lejos de estar garantizadas. El futuro de las GSE depende de numerosos factores, incluidas las decisiones regulatorias, la dinámica política y las condiciones del mercado. Un mayor requisito de capital o la falta de resolución de las acciones preferentes senior del Tesoro podrían descarrilar los esfuerzos para salir de la tutela.
Además, el momento de las reformas es incierto y cualquier retraso podría socavar la tesis de la inversión. Por estas razones, Ackman advierte a los inversores que arriesguen sólo lo que puedan permitirse perder, como mencionó en su publicación X.
La conclusión
El último impulso de Ackman a favor de Fannie Mae y Freddie Mac resalta su creencia en su potencial a largo plazo, especialmente bajo una administración professional desregulación. Con la posibilidad de obtener rendimientos elevados de tres dígitos, las GSE ofrecen una oportunidad apasionante o “asimétrica”, como dijo Ackman, pero sólo para aquellos preparados para sortear las importantes incertidumbres.
Para los inversores dispuestos a asumir el riesgo, estas acciones representan una apuesta de alto riesgo sobre la reforma regulatoria, la voluntad política y la resiliencia del mercado inmobiliario estadounidense. A medida que se desarrolla el debate sobre su futuro, los próximos años podrían marcar un punto de inflexión para estas GSE y sus accionistas.
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