Analicemos un escenario empresarial realista con números específicos para mostrar exactamente cómo funciona.
Esto es lo que debe nuestra empresa de ejemplo (deudas totales):
La empresa tiene un préstamo bancario de $15 000, una deuda pendiente de tarjeta de crédito de $5 000 y financiación de equipos de $5 000. Cuando sumamos todas estas deudas, la deuda whole asciende a $25,000. Esto representa todo el dinero que esta empresa ha pedido prestado y debe devolver.
Esto es lo que posee nuestra empresa de ejemplo (activos totales):
Efectivo en cuentas por un whole de $20 000, equipo valorado en $50 000 e inventario por valor de $30 000. Cuando los sumamos, los activos totales ascienden a $100,000. Esto representa todo lo de valor que posee la empresa y que potencialmente podría venderse o liquidarse si fuera necesario.
Ahora calculemos:
$25 000 (deuda whole) ÷ $100 000 (activos totales) = 0,25
Convertir a porcentaje:
0,25×100 = 25%
Esta relación deuda-activos del 25% significa que por cada dólar de activos que posee la empresa, 25 centavos se financiaron mediante deuda. En otras palabras, la empresa posee el 75% de sus activos de forma libre y clara, y sólo el 25% se financia mediante préstamos o créditos. Esto se consideraría saludable para la mayoría de las industrias, ya que demuestra que el negocio no depende demasiado de la deuda para financiar sus operaciones.