Por Leika Kihara
TOKIO (Reuters) – Las autoridades japonesas se enfrentan a una nueva presión para combatir una depreciación sostenida del yen, mientras los operadores hacen bajar la moneda ante las expectativas de que cualquier aumento adicional de las tasas de interés por parte del banco central será lento en el futuro.
A continuación se detallan cómo funciona la intervención de compra de yenes:
¿ÚLTIMA INTERVENCIÓN DE COMPRA DE YENES CONFIRMADA?
Japón compró yenes en septiembre de 2022, su primera incursión en el mercado para impulsar su moneda desde 1998, después de que una decisión del Banco de Japón (BOJ) de mantener su política monetaria ultralaxa llevó el yen a 145 por dólar. Intervino nuevamente en octubre después de que el yen cayera a un mínimo de 32 años de 151,94.
¿POR QUÉ INTERVENIR?
La intervención de compra de yenes es rara. Con mucha más frecuencia, el Ministerio de Finanzas ha vendido yenes para evitar que su ascenso perjudique a la economía dependiente de las exportaciones al hacer que los productos japoneses sean menos competitivos en el extranjero.
Pero la debilidad del yen ahora se considera problemática, ya que las empresas japonesas han trasladado su producción al extranjero y la economía depende en gran medida de las importaciones de bienes que van desde flamable y materias primas hasta piezas de maquinaria.
¿QUÉ PASA PRIMERO?
Cuando las autoridades japonesas intensifican sus advertencias verbales para decir que “están listas para actuar con decisión” contra movimientos especulativos, es una señal de que la intervención puede ser inminente.
Los operadores consideran que la verificación de las tasas por parte del BOJ -cuando los funcionarios del banco central llaman a los operadores y preguntan por las tasas de compra o venta del yen- es un posible precursor de la intervención.
¿QUÉ PASÓ HASTA AHORA?
El ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, dijo a los periodistas el 27 de marzo que las autoridades podrían tomar “medidas decisivas” contra la debilidad del yen, un lenguaje que no ha utilizado desde la intervención de 2022.
Horas más tarde, las autoridades japonesas celebraron una reunión de emergencia para discutir la debilidad del yen. La reunión suele celebrarse como un gesto simbólico hacia los mercados de que las autoridades están preocupadas por los rápidos movimientos cambiarios.
Después de que las advertencias no lograron detener la caída del yen, Corea del Sur y Japón obtuvieron el reconocimiento de Estados Unidos por sus “serias preocupaciones” sobre la caída de sus monedas en una reunión trilateral celebrada en Washington la semana pasada.
El impacto del acuerdo en el mercado no duró mucho. El dólar continuó su ascenso y alcanzó un máximo de 34 años de 155,74 yenes el jueves, superando el nivel de 155 visto como la línea de intervención de las autoridades.
¿PRÓXIMA LÍNEA EN LA ARENA?
Las autoridades dicen que analizan la velocidad de las caídas del yen, más que los niveles, y si los movimientos son impulsados por especuladores, para determinar si deben ingresar al mercado de divisas.
Si bien el dólar se ha movido por encima del nivel psicológicamente importante de 155, el reciente aumento ha sido gradual e impulsado principalmente por los diferenciales de tasas de interés entre Estados Unidos y Japón. Eso puede hacer que a Japón le resulte difícil argumentar que las recientes caídas del yen no están en línea con los fundamentos y justifican una intervención.
Algunos participantes del mercado apuestan a que la próxima línea de las autoridades japonesas podría ser 160. El ejecutivo del partido gobernante, Takao Ochi, dijo a Reuters que la caída del yen hacia 160 o 170 por dólar podría impulsar a los responsables políticos a actuar.
¿CUÁL ES EL DESENCADENANTE?
La decisión es altamente política. Cuando la ira pública por la debilidad del yen y el consiguiente aumento del costo de vida es alta, eso presiona a la administración para que responda. Este fue el caso cuando Tokio intervino en 2022.
El Primer Ministro Fumio Kishida puede sentir la necesidad de evitar que nuevas caídas del yen eleven el costo de vida, ya que sus índices de aprobación están tambaleándose antes de una carrera por el liderazgo del partido gobernante en septiembre.
Pero la decisión no sería fácil. La intervención es costosa y fácilmente podría fracasar, dado que incluso una gran ráfaga de compras de yenes palidecería frente a los 7,5 billones de dólares que cambian de manos diariamente en el mercado de divisas.
¿CÓMO FUNCIONARÍA?
Cuando Japón interviene para frenar las subidas del yen, el Ministerio de Finanzas emite letras a corto plazo, elevando el yen y luego vendiéndolo para debilitar la moneda japonesa.
Sin embargo, para respaldar el yen, las autoridades deben aprovechar las reservas extranjeras de Japón en dólares para venderlos por yenes.
En cualquier caso, el ministro de Finanzas emite la orden de intervenir y el BOJ ejecuta la orden como agente del ministerio.
¿DESAFÍOS?
Las autoridades japonesas consideran importante buscar el apoyo de los socios del Grupo de los Siete, en explicit de Estados Unidos, si la intervención implica el dólar.
Washington dio su aprobación tácita cuando Japón intervino en 2022, lo que refleja las estrechas relaciones bilaterales recientes.
El Ministro de Finanzas Suzuki dijo que la reunión de la semana pasada con sus homólogos de Estados Unidos y Corea del Sur sentó las bases para actuar contra los movimientos excesivos del yen, una señal de que Tokio vio la reunión como un consentimiento casual de Washington para intervenir según fuera necesario.
La Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que las intervenciones monetarias deberían ocurrir sólo en “circunstancias muy raras y excepcionales”, cuando los mercados están desordenados y con una volatilidad excesiva. Ella declinó hacer comentarios sobre el valor del yen.
Una inminente elección presidencial en Estados Unidos puede complicar la decisión de Japón sobre si intervenir y cuándo.
En una publicación en las redes sociales el martes, el candidato presidencial republicano Donald Trump condenó la caída histórica del yen frente al dólar, calificándola de “desastre whole” para Estados Unidos.
No hay garantía de que una intervención cambie efectivamente la marea de debilidad del yen, impulsada en gran medida por las expectativas de tasas de interés bajas y prolongadas en Japón. El Gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, ha dejado caer indicios de otra subida de tipos, pero ha subrayado que el banco actuará con cautela dada la frágil economía de Japón.