La gobernadora de la Reserva Federal, Michelle Bowman, pronunció un discurso de amplio alcance que abordó la política monetaria, la regulación bancaria y las preocupaciones sobre la liquidez. El lunes 21 de marzo, Bowman hizo hincapié en la cautela con respecto a los posibles recortes de las tasas, citando los persistentes riesgos de inflación al alza a pesar de los avances recientes. Señaló que la inflación básica del PCE promedió el 3,4 % anualizado en el primer semestre de 2024, muy por encima del objetivo del 2 % de la Reserva Federal.
Bowman destacó varios factores que podrían mantener elevada la inflación, entre ellos la normalización de las cadenas de suministro, los riesgos geopolíticos y el posible estímulo fiscal. También expresó su preocupación por la posibilidad de que la inmigración eleve los costos de la vivienda en algunas zonas.
En cuanto al mercado laboral, Bowman reconoció que hay señales de enfriamiento, pero señaló que las dificultades de medición y las revisiones de los datos complican la evaluación. Abogó por un enfoque paciente en las decisiones políticas y dijo que la Fed debe evitar reaccionar exageradamente a datos aislados.
Esto sin duda supone un retroceso respecto de la probabilidad del 49% de un aumento de 50 puntos básicos contemplada en los precios para la reunión de septiembre.
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“Si los datos que se van recibiendo siguen mostrando que la inflación se está acercando de manera sostenible a nuestro objetivo del 2%, será apropiado reducir gradualmente la tasa de los fondos federales para evitar que la política monetaria se vuelva excesivamente restrictiva para la actividad económica y el empleo”, dijo. “Pero debemos ser pacientes y evitar socavar el progreso continuo en la reducción de la inflación reaccionando exageradamente a cualquier dato en specific”.