Ryan Salame, que alguna vez fue un ejecutivo de alto rango en el intercambio de criptomonedas FTX, ha sido sentenciado a más de siete años de prisión por cargos de fraude y conspiración para operar negocios de transmisión de dinero sin licencia, informó el Monetary Occasions.
Ryan Salame, de 30 años, se declaró culpable de cargos de fraude electoral y conspiración para operar un negocio de transferencia de dinero sin licencia. Sus crímenes estaban relacionados con el criptoimperio FTX de Sam Bankman-Fried, que se desmoronó a finales de 2022. Salame se encuentra entre los cuatro ex altos directivos de FTX que admitieron su culpabilidad, uniéndose a Caroline Ellison, Nishad Singh y Gary Wang. Sin embargo, a diferencia de sus colegas, Salame no testificó contra Bankman-Fried.
En marzo, Bankman-Fried fue sentenciado a 25 años de prisión por malversar miles de millones de clientes e inversores de FTX. La sentencia menor pero aún significativa de Salame refleja su papel en la facilitación de donaciones políticas ilegales y otras irregularidades financieras.
Salame se unió a Alameda Analysis, una filial de FTX, en 2019 y luego se convirtió en codirector ejecutivo de la sucursal de FTX en las Bahamas. Desempeñó un papel clave en las contribuciones políticas de FTX, actuando como “donante provisional” para canalizar más de 100 millones de dólares a campañas políticas estadounidenses antes de las elecciones de mitad de período de 2022. Estas donaciones tenían como objetivo obtener el favor de los dos principales partidos políticos.
Salame admitió que estos fondos procedían de una filial de Alameda y estaban catalogados como préstamos que nunca tuvo intención de reembolsar. Sus actividades incluyeron reunirse con políticos de alto perfil, incluido el senador republicano Mitch McConnell y el ex congresista Kevin McCarthy.
Argumentos de los fiscales y la defensa
Los fiscales solicitaron una pena de siete años, destacando la gravedad del delito de financiación de campañas políticas, que implicaba más de 300 donaciones. Lo describieron como “uno de los más grandes de la historia de Estados Unidos”. Salame finalmente recibió una sentencia de 90 meses de prisión.
Los abogados de Salame habían pedido una sentencia más leve, no más de 18 meses, argumentando que Salame estaba tan sorprendido como cualquiera por las actividades fraudulentas de FTX. Sostuvieron que no formaba parte del círculo más cercano de Bankman-Fried y que no anticipaba el colapso del gigante criptográfico.
Damian Williams, fiscal federal en Manhattan, subrayó el impacto más amplio de las acciones de Salame. Afirmó que los crímenes de Salame ayudaron significativamente al rápido crecimiento de FTX al eludir los límites legales, erosionando así la confianza pública en las elecciones estadounidenses y el sistema financiero.
El año pasado, las autoridades estadounidenses supuestamente rastrearon un jet privado que Salame compró mientras estaba en FTX. Las fuentes indicaron que el avión se incluiría en el acuerdo de declaración de culpabilidad, ya sea entregándolo o vendiéndolo para ayudar a recuperar los fondos de los clientes. Además de eso, se cube que Salame compró cinco restaurantes en Massachusetts, valorados en 6 millones de dólares, después de unirse a la empresa.
Ryan Salame, que alguna vez fue un ejecutivo de alto rango en el intercambio de criptomonedas FTX, ha sido sentenciado a más de siete años de prisión por cargos de fraude y conspiración para operar negocios de transmisión de dinero sin licencia, informó el Monetary Occasions.
Ryan Salame, de 30 años, se declaró culpable de cargos de fraude electoral y conspiración para operar un negocio de transferencia de dinero sin licencia. Sus crímenes estaban relacionados con el criptoimperio FTX de Sam Bankman-Fried, que se desmoronó a finales de 2022. Salame se encuentra entre los cuatro ex altos directivos de FTX que admitieron su culpabilidad, uniéndose a Caroline Ellison, Nishad Singh y Gary Wang. Sin embargo, a diferencia de sus colegas, Salame no testificó contra Bankman-Fried.
En marzo, Bankman-Fried fue sentenciado a 25 años de prisión por malversar miles de millones de clientes e inversores de FTX. La sentencia menor pero aún significativa de Salame refleja su papel en la facilitación de donaciones políticas ilegales y otras irregularidades financieras.
Salame se unió a Alameda Analysis, una filial de FTX, en 2019 y luego se convirtió en codirector ejecutivo de la sucursal de FTX en las Bahamas. Desempeñó un papel clave en las contribuciones políticas de FTX, actuando como “donante provisional” para canalizar más de 100 millones de dólares a campañas políticas estadounidenses antes de las elecciones de mitad de período de 2022. Estas donaciones tenían como objetivo obtener el favor de los dos principales partidos políticos.
Salame admitió que estos fondos procedían de una filial de Alameda y estaban catalogados como préstamos que nunca tuvo intención de reembolsar. Sus actividades implicaron reunirse con políticos de alto perfil, incluido el senador republicano Mitch McConnell y el ex congresista Kevin McCarthy.
Argumentos de los fiscales y la defensa
Los fiscales solicitaron una pena de siete años, destacando la gravedad del delito de financiación de campañas políticas, que implicaba más de 300 donaciones. Lo describieron como “uno de los más grandes de la historia de Estados Unidos”. Salame finalmente recibió una sentencia de 90 meses de prisión.
Los abogados de Salame habían pedido una sentencia más leve, no más de 18 meses, argumentando que Salame estaba tan sorprendido como cualquiera por las actividades fraudulentas de FTX. Sostuvieron que no formaba parte del círculo más cercano de Bankman-Fried y que no anticipaba el colapso del gigante criptográfico.
Damian Williams, fiscal federal en Manhattan, subrayó el impacto más amplio de las acciones de Salame. Afirmó que los crímenes de Salame ayudaron significativamente al rápido crecimiento de FTX al eludir los límites legales, erosionando así la confianza pública en las elecciones estadounidenses y el sistema financiero.
El año pasado, las autoridades estadounidenses supuestamente rastrearon un jet privado que Salame compró mientras estaba en FTX. Las fuentes indicaron que el avión se incluiría en el acuerdo de declaración de culpabilidad, ya sea entregándolo o vendiéndolo para ayudar a recuperar los fondos de los clientes. Además de eso, se cube que Salame compró cinco restaurantes en Massachusetts, valorados en 6 millones de dólares, después de unirse a la empresa.