Por Andreas Rinke y Sarah Marsh
CHONGQING/BERLÍN (Reuters) – El canciller Olaf Scholz inició el domingo una gira de tres días por China para reforzar los lazos con el principal socio comercial de Alemania y abordar diferencias sobre cuestiones que incluyen las prácticas comerciales chinas y su apoyo a Rusia.
La visita más larga del canciller a cualquier Estado desde que asumió el cargo probablemente se vea eclipsada por el ataque de Irán a Israel, y también se está observando hasta qué punto Alemania respalda la investigación de la Unión Europea sobre los subsidios estatales chinos a los fabricantes de vehículos eléctricos, que ha surgido como un tema polémico.
Scholz, que viaja con varios directores ejecutivos alemanes, comenzó su viaje en la megaciudad de Chongqing, en el suroeste del país. También viajará a Shanghai y Beijing, donde se reunirá con el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro Li Qiang.
A su llegada, Scholz condenó los ataques iraníes contra Israel “en los términos más enérgicos posibles”, dijo su portavoz. Fuentes gubernamentales dijeron que Scholz fue informado sobre los acontecimientos en Medio Oriente durante el vuelo.
Los funcionarios alemanes dijeron que Beijing podría desempeñar un papel positivo en el enfriamiento de las tensiones en rápido aumento en el Medio Oriente.
China desempeñó un papel mediador entre Irán y Arabia Saudita el año pasado, y Reuters informó que China había pedido a Irán que ayudara a frenar los ataques a barcos en el Mar Rojo por parte de los hutíes respaldados por Irán, o arriesgarse a dañar las relaciones comerciales con Beijing.
Aun así, la postura normal de Berlín hacia China se ha vuelto más crítica desde la guerra en Ucrania.
El año pasado, Alemania también publicó su primera estrategia para China, describiendo “prácticas desleales” y los riesgos para las cadenas de suministro en un potencial conflicto sobre Taiwán, e instando a “eliminar riesgos”. Sin embargo, los esfuerzos por diversificarse fuera de China son hasta ahora irregulares.
El domingo, Scholz visitará la planta de pilas de flamable de hidrógeno del proveedor alemán de automóviles Bosch en Chongqing, poniendo de relieve un área de crecientes tensiones.
La UE está llevando a cabo varias investigaciones sobre si las exportaciones chinas de tecnología verde, como los vehículos eléctricos de batería, que, según afirma, se han beneficiado de subsidios estatales y que podrían perjudicar a los productores locales.
La industria automovilística alemana teme que estas investigaciones puedan conducir a una guerra comercial que podría dañar sus perspectivas en el mercado automovilístico más grande del mundo.
También se espera que Scholz aborde el apoyo de China a Rusia. El viernes, funcionarios alemanes dijeron sin rodeos que el apoyo y las exportaciones de Beijing a Rusia estaban permitiendo a Moscú librar una guerra de agresión en Ucrania y causando una “creciente pérdida de reputación de China” en Europa y más allá.
“Se trata de que China no apoya a Rusia en librar una guerra brutal contra su vecina Ucrania”, escribió Scholz en una publicación en la plataforma de redes sociales X el sábado.