En este momento, hay motivos para un optimismo cauteloso en lo que respecta a las finanzas personales de las personas. La inflación en el Reino Unido está empezando a disminuir, y el panorama es comparable en los Estados Unidos y en varias otras economías europeas.
Obviamente, esto no ha sido así en los últimos años. Durante estos tiempos difíciles, hemos visto a consumidores de toda Europa recurrir a sus bancos y proveedores financieros en busca de más ayuda, desde la contratación de nuevos productos de crédito o préstamos hasta la adopción de servicios digitales como medio para gestionar mejor sus finanzas cotidianas.
Pero, aunque empiezan a aparecer los primeros indicios de recuperación, es importante recordar que, para muchos, en explicit en el Reino Unido, la dependencia del crédito seguirá existiendo. De hecho, la deuda de los hogares en el Reino Unido superó los 2 billones de libras por primera vez en la historia el año pasado.
De manera prometedora, los bancos y las instituciones financieras han comenzado a reevaluar sus ofertas actuales, adoptando algunas de las últimas innovaciones, como la banca abierta (que recientemente alcanzó los 10 millones de usuarios a principios de año) para ayudar a brindar apoyo a la mayor cantidad posible de personas, por ejemplo, para evaluar la solvencia crediticia.
Sin embargo, 10 millones de usuarios equivalen a apenas el 15% de la población, lo que sugiere que muchas personas en el Reino Unido se están perdiendo los beneficios de la banca abierta. Y en comparación con sus homólogos mundiales, los británicos parecen mantenerse fieles a su pesimismo estereotipado respecto de la seguridad de sus datos financieros, lo que podría estar detrás de esta lenta adopción.
Los consumidores del Reino Unido tienen los niveles más bajos de confianza
Nuestra investigación ha descubierto que los consumidores del Reino Unido tienen uno de los peores niveles de confianza en los bancos y proveedores financieros a la hora de proteger sus datos. Un poco más de la mitad (53 %) de las personas que viven en el Reino Unido creen que su proveedor precise puede proteger sus datos.
Esta cifra es significativamente inferior a la de los consumidores de Europa y Estados Unidos. En el resto de Europa, poco menos de un tercio (62%) de los consumidores confía en sus proveedores de servicios financieros, cifra que aumenta hasta casi tres cuartas partes en el caso de los estadounidenses (72%). Los italianos son los que más confían en que sus bancos mantengan sus datos seguros (74%), seguidos por el 60% de los consumidores franceses que también creen que sus datos están protegidos.
El creciente problema del fraude en el Reino Unido
¿Cuáles son, entonces, las razones de este escepticismo hacia los bancos? Si se analiza más detenidamente, esta erosión de la confianza en el Reino Unido parece ser en parte resultado de los temores en materia de seguridad y de la percepción de que compartir más datos con los proveedores aumentará el riesgo de fraude.
Teniendo en cuenta que el fraude representa actualmente el 40% de los delitos en el Reino Unido, es comprensible que muchos sigan desconfiando de la capacidad de sus bancos para manejar sus datos de forma segura y admitan que intentarán limitar la cantidad de información que comparten con ellos. Y más de la mitad (55%) de los consumidores del Reino Unido afirmaron que cambiarían de banco si sintieran que sus datos personales no están seguros.
Este temor es infundado, ya que la banca abierta en realidad puede reducir el riesgo de fraude al minimizar la necesidad de ingresar datos de tarjetas al realizar pagos y al garantizar una verificación de identidad sólida para los productos financieros.
Sin embargo, los bancos están entre la espada y la pared en este tema. Si bien deben alentar a sus clientes a usar tecnologías como la banca abierta para brindarles un mejor apoyo durante estos tiempos difíciles, las preocupaciones sobre el intercambio de datos financieros están dificultando esta tarea.
Sin embargo, la buena noticia es que si analizamos las estadísticas con más detenimiento, la solución puede ser más sencilla de lo que parece.
Los datos del CRIF revelan que seis de cada diez (59%) adultos jóvenes (de entre 18 y 34 años) estarían dispuestos a compartir más datos si eso les ayudara a acceder a productos a un precio más económico y el 62% lo haría a cambio de ayuda con su puntuación crediticia y acceso a mejores productos y servicios. De manera comparable, seis de cada diez (64%) estarían abiertos a compartir más datos si eso significara que estarían mejor protegidos contra el fraude (como el fraude de identidad o el fraude de pago automático), lo que no es sorprendente dado que los datos de UK Finance muestran que el año pasado se robaron 1.200 millones de libras a los consumidores del Reino Unido.
Dada esta apertura ante los beneficios que se ofrecen, tal vez se trate más de una falta de claridad en torno a estos beneficios entre los consumidores del Reino Unido que de un escepticismo inherente en contra de ellos.
La comunicación es clave
Si bien los bancos y los proveedores financieros han tomado medidas prometedoras para ayudar mejor a los consumidores mediante la adopción de innovaciones como la banca abierta, ahora deben mirar hacia el futuro para ver cómo pueden mantener este impulso positivo y educar a sus clientes sobre por qué los ayudará.
Al abordar directamente los temores de las personas sobre la seguridad de los datos y tranquilizar a los clientes sobre la seguridad de la tecnología, como la banca abierta, así como el impacto positivo para las personas a nivel private, está claro que los consumidores se volverán más abiertos a estos conceptos.
Porque nuestros datos muestran que cuando se les presentan los beneficios de compartir datos (ya sea obtener un mejor trato, protegerse del fraude, acceder al crédito más rápidamente o aumentar sus posibilidades de ser aprobados para un préstamo), los consumidores, particularmente los más jóvenes, están mucho más dispuestos a adoptarlo.
Si los bancos y las instituciones financieras quieren construir sobre las bases sólidas que han creado y garantizar que la cifra de 10 millones siga aumentando, es essential que los beneficios se comuniquen a los clientes de forma clara y repetida, asegurándose de que todos puedan beneficiarse de esta tecnología.