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BCE (TSX:BCE), uno de los mayores gigantes de las telecomunicaciones de Canadá, ha visto sus acciones enfrentar importantes obstáculos en los últimos dos años y medio aproximadamente. Las acciones de BCE, que alguna vez fueron las favoritas de los inversores conservadores, alcanzaron un máximo de alrededor de 73 dólares por acción en abril de 2022. Sin embargo, una combinación de tasas de interés en aumento y un crecimiento estancado ha hecho que las acciones caigan en picada, dejando a muchos inversores preguntándose sobre su futuro. Entonces, ¿qué podemos esperar de las acciones de BCE de cara a 2025?
Un chip azul en apuros: ¿Qué salió mal?
Históricamente considerada una acción de primera línea, BCE se ha encontrado en dificultades recientemente, especialmente frente a un entorno de tasas de interés en aumento. El Banco de Canadá comenzó a subir las tasas en 2022 para combatir la inflación, lo que hizo que las acciones con dividendos de alto rendimiento como el BCE fueran menos atractivas. Esto ha perjudicado particularmente al BCE, que es una empresa con altos niveles de endeudamiento. Al igual que otras empresas de telecomunicaciones, BCE invierte fuertemente en su infraestructura y purple, lo que genera una deuda appreciable en su steadiness.
Si bien la empresa gestiona bien su deuda y recibe una calificación crediticia de grado de inversión BBB de S&P, la mayor preocupación radica en el crecimiento (o la falta del mismo) del BCE. Las ganancias por acción (BPA) ajustadas de BCE durante el año pasado fueron de solo $ 3,21, básicamente sin cambios desde 2012. A pesar de este estancado crecimiento de las ganancias, BCE ha estado aumentando su dividendo en alrededor de un 5% anual. Sin embargo, este crecimiento de los dividendos se ha producido a costa de una tasa de pago insostenible que ahora supera el 100%, lo que ha generado preocupaciones sobre la sostenibilidad de sus pagos de dividendos.
¿Qué sigue para el BCE: recortes de dividendos y subida de acciones?
La gran pregunta ahora es si BCE podrá mantener su dividendo en 2025. Las acciones de la compañía han tenido el peor desempeño entre las tres grandes empresas de telecomunicaciones canadienses desde su pico en 2022. En los últimos 12 meses, las acciones de BCE han caído un 35%, lo que alimenta los temores de que la empresa pueda sufrir un recorte de dividendos. Con el rendimiento precise rondando un sorprendente 11,8%, una tasa de pago más sostenible de alrededor del 70% podría resultar en un recorte de dividendos de casi el 50%. Esto dejaría al BCE aún ofreciendo un sólido rendimiento a plazo de aproximadamente el 5,9%.
Para los nuevos inversores, este rendimiento revisado podría no ser un mal negocio, especialmente si se compara con los tipos de interés actuales. Al precio reciente de las acciones de 33,81 dólares, BCE ofrece un importante potencial de subida. Los analistas han fijado un precio objetivo de alrededor de 41 dólares, lo que representa una ganancia estimada del 21% con respecto a los niveles actuales. Si a eso le sumamos un rendimiento por dividendo más seguro del 5,9%, el BCE podría ofrecer retornos totales atractivos en los próximos años, siempre que la empresa pueda estabilizar sus operaciones.
Adquisición estratégica
En una medida que podría ayudar a BCE a cambiar las cosas, la compañía anunció recientemente la adquisición de Ziply, un operador de fibra en Estados Unidos, por un valor de transacción de 7 mil millones de dólares. Esta adquisición, que incluye asumir la deuda neta de $2 mil millones de dólares de Ziply, posiciona a BCE como el tercer proveedor de Web de fibra más grande de América del Norte. Esta expansión al mercado estadounidense podría proporcionar a la empresa nuevas vías de crecimiento, aumentando potencialmente tanto los ingresos como la rentabilidad.
Sin embargo, el éxito de esta adquisición aún está por verse. Si BCE puede integrar Ziply de manera efectiva y capitalizar su purple de fibra ampliada, podría generar crecimiento en un sector que es elementary para el futuro de las telecomunicaciones. Este podría ser sólo el catalizador que el BCE necesita para comenzar a revertir su tendencia a la baja.
El veredicto: la paciencia puede dar sus frutos
De cara al año 2025, el BCE parece estar en un período de transición. Las acciones pueden enfrentar aguas turbulentas, especialmente si se scale back drásticamente el dividendo. Sin embargo, a su precio precise, BCE ofrece a los inversores una alta rentabilidad por dividendo y un potencial de subida decente. Si la administración puede ejecutar con éxito su estrategia, incluida la adquisición de Ziply, BCE podría convertirse en una apuesta de valor sólida con potencial de apreciación tanto de ingresos como de precios.
Para los inversores a largo plazo dispuestos a sobrellevar cierta volatilidad a corto plazo, BCE puede ser una acción que valga la pena observar de cerca mientras busca recuperarse en los próximos años.