El floreciente mercado de las monedas estables, valorado ahora en cientos de miles de millones, está atrayendo cada vez más atención a su panorama regulatorio, particularmente en los Estados Unidos. El debate en curso entre la regulación estatal y federal es elementary para los emisores de monedas estables y el ecosistema de criptomonedas en basic, como lo destaca un análisis reciente de Paxos.
Comprender las monedas estables y sus emisores
Las monedas estables son monedas digitales vinculadas a activos estables como el dólar estadounidense. Actualmente, más de 160.000 millones de dólares del mercado de monedas estables están vinculados al dólar. Los emisores de estas monedas son responsables de convertir dinero fiduciario en monedas estables y viceversa, manteniendo reservas para respaldar estos activos digitales. La distinción entre emisores regulados y no regulados es essential, ya que determina la supervisión y seguridad de las reservas.
Los emisores regulados, como los supervisados por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (NYDFS), cumplen con estándares estrictos en materia de gestión de reservas y segregación de activos de clientes. Este marco regulatorio garantiza que los fondos se mantengan en activos líquidos de bajo riesgo y cumplan con las regulaciones contra el lavado de dinero y de conocimiento del cliente. En cambio, los emisores no regulados carecen de esa supervisión, lo que plantea riesgos potenciales para los consumidores.
Ventajas regulatorias a nivel estatal
Los reguladores estatales tienen una sólida trayectoria en la gestión de entidades financieras como empresas fiduciarias y transmisores de dinero. Sus regulaciones a menudo se adaptan a las necesidades locales, brindando una sólida protección al consumidor. Sin embargo, la legislación federal propuesta plantea preocupaciones sobre la preferencia, donde la ley federal podría anular las regulaciones estatales. Este cambio podría socavar la autoridad regulatoria estatal y la protección native del consumidor.
La preferencia federal plantea varios riesgos:
Financiamiento a nivel estatal: los estados dependen de los ingresos provenientes de tarifas de licencia y multas. La supervisión federal podría disminuir estos fondos, impactando las actividades regulatorias estatales. Innovación: Los marcos estatales suelen ser más ágiles y se adaptan rápidamente a los avances tecnológicos. Un enfoque federal podría imponer estándares rígidos, sofocando la innovación native. Regulación localizada: los estados pueden abordar necesidades locales específicas de manera efectiva, que podrían pasarse por alto en un sistema federal centralizado.
Marcos legislativos propuestos
Los debates legislativos en curso tienen como objetivo crear un entorno regulatorio equilibrado. La Ley de Claridad para las Monedas Estables de Pago, aprobada por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, propone un marco twin estatal y federal, estableciendo un “piso federal” para los estándares regulatorios. Esto garantizaría que todos los emisores cumplan altos estándares en materia de segregación de fondos, gestión de reservas y transparencia.
La Ley también ofrece a los emisores la opción de elegir la regulación federal, permitiéndoles seleccionar el camino más adecuado para sus modelos de negocio. Si se considera necesario un regulador de pagos federal, el Congreso debe garantizar estándares uniformes para todas las empresas de pagos, ya sea que estén reguladas por la Reserva Federal, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) u otra entidad.
Para obtener más información sobre el discurso regulatorio que rodea a las monedas estables, visite [Paxos](https://paxos.com/weblog/stablecoin-policy-101-state-vs-federal-regulation-of-stablecoin-issuers/).
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