Estamos siendo testigos de una notable revolución demográfica en las naciones desarrolladas: el envejecimiento sin precedentes de nuestras poblaciones. Uno de cada seis estadounidenses tenía más de 65 años según el censo estadounidense de 2020. Para 2034, por primera vez en la historia, se prevé que los adultos estadounidenses mayores de 65 años superen en número a los niños de 18 años o menos.
En las próximas décadas, las necesidades y objetivos de jubilación cambiarán profundamente en Estados Unidos y otras naciones desarrolladas, creando importantes desafíos sociales y económicos que exigen un cambio ideológico tanto en las políticas como en la planificación de la jubilación.
Las poblaciones de los países desarrollados están envejeciendo rápidamente durante una period marcada por incertidumbres económicas, perturbaciones climáticas, crecientes deudas nacionales, tasas de ahorro históricamente bajas, crecientes responsabilidades financieras personales, inflación galopante y el cese de las tasas de interés decrecientes. La práctica de depender de inversiones pasivas como los fondos cotizados en bolsa (ETF) basados en el S&P 500 para financiar la jubilación está perdiendo atractivo gradualmente en medio de este entorno volátil.
La necesidad de asesoramiento financiero experto se está volviendo primordial, al nivel de buscar un diagnóstico de un médico de familia. En consecuencia, estamos viendo un impulso para una gestión de inversiones más activa, junto con el diseño de estrategias de jubilación personalizadas que se adapten a las necesidades de diferentes grupos socioeconómicos y generaciones.
Estos cambios demográficos tendrán impactos de gran alcance en áreas como la atención sanitaria, los cuidados y la vivienda, responsabilidades que las generaciones más jóvenes inevitablemente ayudarán a asumir.
Vivimos más tiempo
Una esperanza de vida más larga significa que las personas están superando cada vez más las proyecciones de su primer plan de jubilación, lo que genera la necesidad de revisar y modificar las hojas de ruta financieras. Cada vez más adultos mayores permanecen en la fuerza laboral más allá de la edad de jubilación, ya sea a tiempo completo o parcial.
Más de la mitad de estos adultos mayores tienen un título universitario o superior, lo que les permite realizar trabajos que exigen menos esfuerzo físico pero que estimulan sus facultades mentales. Estos hitos educativos sirven como una pink de seguridad, disipando las preocupaciones sobre fondos de jubilación inadecuados y allanando el camino para posibilidades interesantes en el espíritu empresarial durante sus años de madurez.
Pero no todos los Child Boomers (60-78) están bien preparados para sus años dorados. Un segmento importante carece tanto de ahorros de jubilación adecuados como de las calificaciones necesarias para un empleo continuo. Estas personas dependen de programas gubernamentales como el Seguro Social y Medicare.
La salud financiera y el futuro de estos programas son inciertos, lo que presenta una situación horrible para los Child Boomers. Esta circunstancia también ejerce una inmensa presión sobre las generaciones más jóvenes: la Generación X (44-59), los Millennials (28-43) y la Generación Z (12-27).
Estos grupos están enfrentando su propio conjunto de desafíos mientras intentan prepararse para sus últimos años, particularmente en un panorama plagado de incertidumbre sobre la sostenibilidad de estas protecciones financieras respaldadas por el gobierno.
Los gobiernos necesitan repensar las políticas existentes
El aumento de la población anciana en Estados Unidos y otras naciones desarrolladas exige atención inmediata y el desarrollo de nuevas políticas.
El gobierno federal de Estados Unidos está detrás de la bola ocho cuando se trata de adoptar un enfoque integral. California es una excepción. Para 2030, se prevé que el número de californianos mayores de 60 años se duplique, llegando a ten,8 millones y representando una cuarta parte de la población del estado. El pionero Plan Maestro sobre Envejecimiento de 2019 establecido por el Gobernador Gavin Newsom busca fomentar la igualdad de oportunidades de envejecimiento en varios sectores. Este plan, aunque exploratorio, es un paso essential hacia la lucha contra la edad y la discriminación, con el objetivo de reducir la ansiedad entre generaciones.
A medida que nos adaptamos a cambios demográficos significativos, se anticipa que tanto los Child Boomers como la Generación X se jubilarán financieramente más fuertes que los Millennials y la Generación Z. Este pronóstico se basa en las tendencias actuales que apuntan a una reducción de la deuda de los hogares a medida que las generaciones mayores reorientan sus estrategias financieras hacia la liquidación de deudas y el refuerzo de los ahorros para la jubilación.
Sin embargo, las cosas parecen menos favorables para la Generación X y los Child Boomers más jóvenes, ya que los altos niveles de deuda amenazan su patrimonio neto. Los crecientes costos de la atención médica y la extensión de nuestra esperanza de vida podrían resultar en un aumento en el número de jubilados que necesitan recurrir a soluciones de deuda como hipotecas inversas, lo que en última instancia socavaría el valor potencial de sus activos.
Reevaluación de las estrategias de jubilación
De cara a la década de 2030, los Child Boomers poseerán una parte importante de la riqueza de los hogares. Semejante cambio exige un reequilibrio de los patrones establecidos de tolerancia al riesgo, llamando a los asesores financieros y administradores de activos a reevaluar sus estrategias.
Innovaciones como la inteligencia synthetic (IA) y la tecnología blockchain podrían remodelar la gestión de activos. Con una mayor eficiencia, estos avances tecnológicos intencionales podrían ayudar significativamente a formular estrategias de inversión que se adapten a las preferencias y necesidades individuales de los inversores de mayor edad. Es elementary que los asesores financieros y los administradores de activos se aseguren de que, cuando los jubilados establezcan sus objetivos financieros, tengan a mano una variedad de soluciones que se ajusten cómodamente a sus tolerancias de riesgo personalizadas.
Para 2030, se prevé que la riqueza de los hogares estadounidenses se disparará a 120 billones de dólares, lo que acentuará la necesidad de cambios adecuados en las estrategias de las instituciones financieras, empujándolas a ser pioneras en medidas innovadoras para aprovechar estas modificaciones.
La categorización de clientes ya no será una opción. Será necesario para un compromiso efectivo y ganancias sostenibles. Por lo tanto, es imperativo que las organizaciones financieras se ubiquen estratégicamente en medio de este entorno en evolución, principalmente porque atienden a un grupo demográfico cada vez más diverso y envejecido.
Los asesores financieros exitosos ofrecerán estrategias personalizadas que incorporen enfoques de tecnología financiera e inteligencia synthetic. Los servicios de suscripción educativos de vanguardia podrían potencialmente conectar con un sector más amplio de la población. Con tecnología avanzada de IA, es posible calcular, modelar y prever cada aspecto financiero de la vida de un individuo a través de innumerables escenarios. Esto supone un punto de inflexión, especialmente para aquellos que actualmente no pueden acceder al asesoramiento financiero convencional. Think about una multitud de profesionales financieros de primer nivel que utilizan herramientas poderosas como Asset-Map para trazar algorítmicamente el terreno financiero de los clientes y explicarlo en términos simples.
Divisiones generacionales
Pero aquí hay una realidad aleccionadora: las fuerzas económicas que definen las vidas de la generación Z y la generación del milenio son más impredecibles y drásticamente diferentes a las de las generaciones mayores. Los cambios sin precedentes en las tendencias del empleo, las menores tasas de propiedad de vivienda, un aumento de personas con patrimonio neto negativo y el gran maleficio del aumento vertiginoso de la deuda por préstamos estudiantiles conspiran para hacer que la acumulación de riqueza parezca fuera del alcance de estas generaciones más jóvenes.
¿Jubilación? Para algunos, no es más que un sueño. El mensaje no podría ser más claro: la inversión en una planificación financiera adecuada no es negociable. Con herramientas avanzadas de asesoramiento digital que hacen navegable el complejo, es posible neutralizar las incertidumbres y los desafíos financieros.
Los peligros de las políticas monetarias y económicas imprudentes
La posibilidad de otra disaster financiera crítica y la necesidad esencial de modificaciones en los esquemas de ayuda financiera y las políticas fiscales exacerban las crecientes incertidumbres económicas para las generaciones más jóvenes. Esto ha dado lugar a una creciente ola de descontento entre la Generación Z hacia las personas mayores, que disfrutaban de los beneficios de los mecanismos económicos convencionales como el New Deal y las políticas neoliberales, fomentando una generación de riqueza más fácil.
Por otro lado, ha habido un cambio ideológico hacia políticas económicas imprudentes, como la Teoría Monetaria Moderna (TMM), que promueven una escalada en el gasto público mediante la impresión de más dinero. Si bien este enfoque podría abordar cuestiones urgentes como el aumento vertiginoso de los préstamos estudiantiles y el cambio climático, existen riesgos potenciales de una inflación descontrolada.
Existe una necesidad apremiante de repensar y reconstruir nuestros sistemas financieros, especialmente las pensiones públicas y las prestaciones sanitarias, para preparar y atender mejor a los ciudadanos mayores y contrarrestar la carga financiera sobre las generaciones más jóvenes.
A medida que las poblaciones envejecen, más personas deben vivir de sus ahorros o depender de transferencias públicas. Los economistas predicen cambios significativos, incluido el fin de la caída de las tasas de interés, la neutralización del aumento de los precios de la vivienda y la continuación del aumento de la deuda de los hogares. Cualquier nación que lucha contra una población que envejece debe navegar estratégicamente estos cambios, garantizando la estabilidad financiera para todas las generaciones.
El camino a seguir
A medida que cambia la edad demográfica, las estrategias de acumulación de riqueza deberán tener en cuenta la incertidumbre sobre la longevidad, lo que requerirá una comprensión profunda de los costos proyectados de atención médica, vivienda y vida para adaptarse a esperanzas de vida más largas. Los asesores financieros guiarán a personas y familias sobre la acumulación y preservación de la riqueza frente a los cambios demográficos y económicos.
Para que su asesoramiento sea más eficaz, dos cosas son primordiales: mejores niveles de educación financiera entre generaciones y niveles de ingresos y asesoramiento financiero personalizado que considere la etapa de la vida del cliente, las responsabilidades familiares, los objetivos económicos, la predilección por el riesgo y los planes de jubilación. Para ello, el asesoramiento financiero requiere un enfoque más integral y concienzudo que nunca.
Las incertidumbres económicas asociadas con el envejecimiento de nuestra población no tienen por qué ser una marea inexorable de creciente desigualdad de riqueza. Con enfoques progresistas en materia de política económica, educación financiera y gestión del patrimonio particular person, podemos garantizar un mejor futuro financiero para todos, sin importar su generación o nivel de ingresos.