Desde julio de este año, el mercado del petróleo ha luchado por recuperar impulso. Incluso ha llegado a un punto en el que el precio del petróleo crudo WTI cayó por debajo de los 68 dólares, un nivel que no habíamos visto desde marzo de 2023.
Mientras tanto, el S&P 500, el Dow Jones y el XAUUSD han experimentado un notable aumento.
Ni siquiera ayudó que los miembros de la OPEP+ retrasaran dos meses el regreso de algunos barriles nuevos al mercado a principios de septiembre. Lo más possible es que el cartel esperara una recuperación, pero no sucedió.
Hay varias razones para el sentimiento pesimista de estos últimos meses. En primer lugar, los países han incumplido sistemáticamente sus objetivos de producción, superando los niveles acordados y, por tanto, empujando los precios a la baja.
Por ejemplo, en agosto de 2024, la producción alcanzó los 34,56 millones de barriles, 850.000 barriles diarios por encima del objetivo. Las débiles señales sobre el management de la oferta naturalmente han perjudicado los precios de los combustibles fósiles.
En segundo lugar, como señala la AIE, el aumento de la demanda de petróleo durante el primer semestre de 2024 fue el más bajo desde el año de la pandemia de 2020. El consumo disminuyó no solo en los países desarrollados sino también en China.
Finalmente, noticias sobre el deterioro del mercado laboral, especialmente después de que la economía estadounidense creó 818.000 empleos menos de lo informado inicialmente en los 12 meses hasta marzo de 2024.
Para que conste, estamos hablando de la mayor revisión a la baja desde 2009. Como resultado, crecen los temores de un aterrizaje forzoso, lo que provocó una caída de los activos de riesgo y del petróleo.
¿Qué pasa con los movimientos recientes? ¿Son cambios de tendencia?
Primero debemos entender de dónde viene este optimismo inesperado para responder a eso. No es un solo issue sino una combinación de varios lo que ha mejorado el ánimo del mercado.
En primer lugar, algunos datos económicos razonablemente positivos procedentes de Estados Unidos, que indican que la economía parece estar resistiendo bien y que se podría evitar una recesión, ayudaron a sostener los precios del petróleo.
Luego, la inesperada decisión de la Reserva Federal de reducir las tasas en 50 puntos básicos en lugar de los 25 que esperaban los analistas generó esperanzas de que la demanda de oro negro pudiera aumentar. Pero repito, eso es más teórico.
También han influido las crecientes tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio. Si el conflicto entre Israel y Hezbollah se intensifica, las cadenas de suministro podrían verse interrumpidas.
Finalmente, Beijing salió de su letargo e inició las medidas de estímulo activo que muchos esperaban. Estas medidas han hecho subir los precios en los mercados de materias primas, incluidos el petróleo y los metales industriales.