PUNTOS CLAVE
La Autoridad Monetaria de Singapur (MAS) revisó su Ley de Servicios de Pagos (PSA), fortaleciendo la supervisión de las criptomonedas. Las regulaciones actualizadas, vigentes a partir del 4 de abril de 2024, facultan a MAS para supervisar actividades como los servicios de custodia de tokens de pago digitales (DPT), la transmisión entre cuentas y las transferencias de dinero transfronterizas.
Objetivo de la Ley de Servicios de Pago
A principios de 2020, Singapur dio la bienvenida a la PSA, una ley visionaria diseñada para modernizar y unificar los servicios financieros del país. Esta ley tenía como objetivo crear un entorno regulatorio sólido y adaptable para los sistemas de pago y proveedores de servicios, impulsando a Singapur hacia el futuro de las finanzas.
Un elemento central de los objetivos de la PSA fue el establecimiento de un marco regulatorio para los servicios DPT, lo que marcó la incursión de Singapur en la supervisión del sector de las criptomonedas. El enfoque de la PSA para common las DPT fue enfocado y preciso, apuntando a la prevención del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo asociados con la naturaleza anónima y sin fronteras de las transacciones de criptomonedas.
El órgano legislativo de Singapur aclaró que la protección del consumidor no period la principal preocupación de la PSA con respecto a las DPT. Esto se debió al uso relativamente bajo de DPT en Singapur en ese momento, especialmente en comparación con países como Estados Unidos, Japón y Corea del Sur.
Además, existía el temor de que las leyes de protección al consumidor pudieran dar credibilidad a las criptomonedas sin darse cuenta, lo que podría inducir a error al público haciéndole creer que el gobierno respaldaba dichos activos digitales.
Exposición al esquema de lavado
En 2023, las fuerzas del orden de Singapur expusieron un enorme plan de lavado de dinero de 2.800 millones de dólares que involucraba a actores internacionales y criptomonedas. Aunque se recuperó una cantidad significativa de fondos ilícitos, algunos de los activos digitales eludieron la captura, lo que pone de relieve los desafíos de vigilar el espacio criptográfico.
La preocupación por dar a las criptomonedas un barniz de legitimidad no carecía de fundamento, especialmente considerando la historia de actividades fraudulentas asociadas con las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO). Un caso notable ocurrió en 2021 cuando la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. emprendió acciones legales contra BitConnect y sus ejecutivos por un fraude multimillonario que se originó a partir de una ICO.