Poco a poco, la tesis bajista que esbocé en abril ya no existe. Ayer se produjeron fuertes rupturas para y , aunque a () todavía le queda trabajo por hacer.
El S&P 500 logró una ruptura limpia gracias a una mayor acumulación de volumen. Un técnico no podría pedir una mejor jugada. Ahora le toca al mercado cumplir esta promesa.
Algo que debemos vigilar es la relación del S&P con su MA de 200 días; actualmente está un 12,2% por encima de esta media móvil, que se sitúa en la zona extrema del 10% de sobrecompra histórica. Si llega al 14,4%, estará en el nivel del 5%, y al 18,1% estará en el nivel del 1%, y se convierte en una fuerte “venta”.
El Nasdaq logró su ruptura gracias a un aumento significativo en el volumen de compras. Esto se combinó con una aceleración del rendimiento relativo frente al S&P.
El Russell 2000 ($IWM) está trabajando en una prueba de su “trampa alcista” y no ha superado su rango de negociación. En consecuencia, el volumen de compras, aunque mayor, no experimentó el mismo aumento que el Nasdaq. Los aspectos técnicos son netamente positivos, pero el impulso aún no está sobrecomprado, por lo que se esperan más ventajas.
Con las rupturas del S&P y Nasdaq en juego, debemos considerar la posibilidad de “trampas alcistas”, pero también debemos estar atentos a hasta qué punto estos índices se extienden desde sus MA de 200 días y corren el riesgo de sufrir otra corrección al estilo de abril. .