Dadas las siempre cambiantes corrientes cruzadas de las fuerzas económicas y del mercado, los inversores institucionales de todo tipo harían bien en considerar un enfoque empresarial para gestionar sus activos de inversión. Desde carteras impulsadas por la liquidez y centradas en los ingresos hasta grupos de seguros centrados en la responsabilidad, un marco holístico de gestión de inversiones tiene el potencial de beneficiar a cualquier inversor institucional.
Enfoque empresarial versus estrategia de solo retorno
En pocas palabras, un enfoque empresarial para la gestión de inversiones considera el impacto del riesgo de inversión dentro de la salud financiera más amplia de una organización, frente a un enfoque que aborda el rendimiento esperado de una cartera de forma aislada. Para ilustrar este concepto, considere un proveedor de atención médica que monitorea los días de efectivo disponible (Figura 1) para informar su estrategia de inversión. En un enfoque basado en el rendimiento, el proveedor sólo podría considerar el numerador (efectivo e inversiones sin restricciones) cuando los rendimientos del mercado de inversión tengan un efecto claro. Por el contrario, los administradores astutos del capital suelen considerar ventajoso considerar la interacción entre el numerador y el denominador (gastos operativos basados en efectivo), ya que el efectivo disponible de muchos proveedores se ha visto sometido a una presión appreciable en los últimos años dada la volatilidad de los mercados financieros y el aumento de la oferta. y costos laborales.
Figura 1.
En este ejemplo, los gastos operativos están influenciados por muchos factores, como el costo de los medicamentos y otros suministros y, por supuesto, los mercados laborales. Los días de efectivo disponible pueden disminuir debido a una disminución de la liquidez (la capacidad de convertir recursos en efectivo, el numerador), un aumento de los costos (el denominador), o ambos. Un sistema hospitalario centrado únicamente en el retorno de la inversión podría verse tentado a realizar asignaciones importantes a estrategias de inversión alternativas ilíquidas, una clase de activos que se sabe que ofrece un alto potencial de retorno a cambio de una menor liquidez.
Pero, ¿qué sucede si los mercados de inversión retroceden en medio de un entorno operativo desafiante? Un posible resultado es que los días en que el efectivo disponible se reduzca en ambos lados de la fracción: el numerador cae cuando los rendimientos son negativos y el denominador aumenta debido al aumento de los costos (Figura 2).
Este escenario de “doble golpe” podría resultar especialmente desafiante para un proveedor que ha invertido demasiado en alternativas ilíquidas, ya que estas estrategias a menudo conllevan una mayor volatilidad. Un posible resultado negativo es mayores pérdidas de inversión combinadas con costos operativos crecientes que resulten en una violación del convenio de deuda de liquidez, como se ve en la línea “Con ilíquidos: rendimientos negativos y costos crecientes” en la Figura 2.
Sin embargo, un proveedor que suscriba un enfoque empresarial podría hacer una asignación más mesurada a alternativas ilíquidas, teniendo en cuenta la necesidad de mantener la liquidez en un entorno operativo desafiante. Es posible que este proveedor aún vea disminuir sus días de efectivo disponible, pero no tan bruscamente como para dar lugar a una violación del convenio, como lo representa la línea “Solo líquidos: rendimientos negativos y costos crecientes”.
Las estrategias de inversión con alternativas ilíquidas podrían ofrecer un mayor potencial de rentabilidad, pero también plantean un mayor riesgo de caída, una consideración clave para apuntalar la liquidez cuando aumentan los costos operativos.
Figura 2.
Las características de un enfoque empresarial exitoso
Se necesitan varios documentos para analizar la estrategia de inversión precise de una organización, incluida la declaración de política de inversión, la política de gastos y las declaraciones de inversión actuales. Estos documentos brindan detalles sobre cómo la asignación precise de activos puede diferir de los objetivos de la política de inversión y las oportunidades que pueden surgir al integrar los estados financieros con los objetivos de inversión.
Los estados financieros básicos (el stability basic, el estado de resultados y el estado de flujo de efectivo) pueden contar la historia de cómo el riesgo de inversión ha influido históricamente en la salud financiera basic de una institución. Por otro lado, un presupuesto, proyecciones plurianuales y otros supuestos operativos pueden ayudar a desarrollar e implementar una visión estratégica a más largo plazo.
Consideremos una universidad que prevé donaciones u otras contribuciones a su fondo y asume que una parte de su gasto se destinará al mantenimiento y la construcción de las instalaciones del campus. Un enfoque holístico puede ayudar a informar cómo el desempeño de las inversiones puede ayudar u obstaculizar proyectos que influyen en otras fuentes de ingresos importantes, como las matrículas y las tasas.
Por ejemplo, ¿qué pasaría si el retiro del fondo de donación fuera insuficiente para respaldar la finalización oportuna de un proyecto de capital crítico? ¿Podría la universidad alcanzar sus objetivos de inscripción y cuál sería el impacto resultante en los ingresos por matrícula? O, si es posible tomar préstamos del fondo de dotación, ¿cuáles son los costos a largo plazo desde una perspectiva estratégica, de mantenimiento y de participación de los activos netos más bajos del fondo de dotación en el corto plazo? Un enfoque centrado únicamente en el rendimiento podría aconsejar cómo maximizar los activos netos, mientras que un enfoque empresarial tiene el potencial de centrarse en el logro de objetivos al examinar cómo cada issue influye en una gama de resultados potenciales.
Para que una organización mida el éxito de sus inversiones, un punto de referencia personalizado que refleje los objetivos de asignación de activos a largo plazo es valioso en casi cualquier declaración de política de inversión. Sin embargo, advertiría que no se debe vincular completamente la definición de éxito al desempeño en relación con un punto de referencia, ya que no siempre capta el panorama completo.
Consideremos una aseguradora de propiedad y accidentes que aumentó la duración (una medida de la sensibilidad a las tasas de interés) de su cartera de renta fija durante el entorno de tasas bajas que siguió a la disaster financiera de 2008 para mejorar los rendimientos. Si bien muchas aseguradoras pueden haberse sentido obligadas a ampliar la duración para aumentar el rendimiento de las inversiones y mantener el ritmo de un índice de referencia, el valor de mercado de esta cartera de renta fija habría caído precipitadamente cuando la Reserva Federal comenzó a aumentar agresivamente las tasas de interés en la primavera de 2022, como se ilustra en la Figura 3.
Las carteras de bonos de mayor duración habrían perdido más valor en relación con las de menor duración durante el ciclo de subidas de tipos de la Fed de 2022 a 2023, en igualdad de condiciones.
Figura 3. Rendimiento de mercado de los títulos del Tesoro estadounidense con vencimiento constante a ten años, cotizados sobre la base de la inversión
Un escenario tipo “venta de liquidación” se convirtió en realidad para muchos ese año, cuando la inflación y las pérdidas provocadas por catástrofes causaron estragos en las finanzas de la industria, creando una espiral descendente. Un enfoque holístico de la gestión de inversiones podría considerar estos elementos en un modelo integrado: el valor de los ingresos por inversiones, la posibilidad de pérdidas elevadas, el beneficio de hacer coincidir la duración de los activos con la de los pasivos y, quizás lo más importante, cómo el desempeño de las inversiones y la actividad operativa influyen en el superávit de los asegurados en conjunto.
Al comprender cómo las decisiones de inversión desempeñan un papel en las métricas comúnmente seguidas, como la relación entre las primas emitidas y el excedente de los asegurados, el riesgo operativo se convierte en un componente clave de la estrategia de inversión. En mi opinión, esto es una victoria para las organizaciones que dan prioridad al gobierno corporativo.
Cosechando las recompensas
Considero que un enfoque empresarial para la gestión de inversiones es atemporal y un elemento básico en la lista de tareas de cualquier inversor institucional. Las organizaciones que implementan programas de inversión en el contexto de sus medidas financieras más amplias de éxito tienen el potencial de beneficiarse de una disciplina de inversión sólida durante muchos años en el futuro.
Las opiniones expresadas en este artículo son las de Vince Klos individualmente y no deben interpretarse como la posición de The PNC Monetary Providers Group, Inc. ni de ninguna de sus afiliadas. “PNC Institutional Asset Administration” es una marca registrada de The PNC Monetary Providers Group, Inc.