Durante casi un siglo, septiembre ha ensombrecido a Wall Road, ganándose la reputación de ser el mes con peor desempeño del mercado de valores.
Este fenómeno, denominado “Efecto Septiembre”, ha intrigado a inversores y analistas por igual, provocando debates sobre su validez e impacto en las estrategias comerciales.
El efecto septiembre y el mercado de valores
Desde 1928, el índice ha tenido una caída promedio del 1% durante septiembre, según datos históricos.
El “Inventory Dealer’s Almanac” señala constantemente que septiembre es el mes en el que los índices líderes suelen tener el peor desempeño. Esta tendencia se extiende más allá de los mercados estadounidenses y afecta a las bolsas de valores de todo el mundo.
Entre las caídas más notables de septiembre se incluyen el Viernes Negro authentic en 1869, caídas significativas tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 y una marcada caída durante la disaster de las hipotecas de alto riesgo de 2008.
En los últimos 25 años, el rendimiento promedio del S&P 500 en septiembre ha mejorado levemente a -0,4%, mientras que el ha promediado una disminución del 0,8% desde 1950 durante el mes.
A pesar de estas tendencias a largo plazo, los expertos advierten que el efecto no es consistente de un año a otro y ha mostrado señales de disiparse en los últimos tiempos.
Posibles explicaciones para el efecto septiembre
Los expertos financieros ofrecen diversas explicaciones para el efecto de septiembre. Algunos lo atribuyen a patrones de comportamiento estacionales, como el regreso de los inversores de las vacaciones de verano y el ajuste de sus carteras.
Otros apuntan a factores institucionales, como la venta de participaciones por parte de fondos mutuos para aprovechar las pérdidas fiscales al closing del trimestre. El fenómeno también puede estar influido por la liquidación de acciones por parte de inversores individuales para cubrir los gastos de vuelta a clases.
Sin embargo, muchos economistas y analistas descartan ahora la importancia del efecto de septiembre y sostienen que, a medida que ha aumentado la conciencia de la tendencia, los operadores han desarrollado estrategias para contrarrestarla, neutralizando potencialmente su impacto.
Algunos investigadores sugieren que el efecto podría ser una anomalía estadística más que un comportamiento predecible del mercado, y señalan que inevitablemente un mes debe tener el peor desempeño en promedio.
El fenómeno se considera ampliamente una anomalía del mercado que viola la hipótesis del mercado eficiente.
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